Un día, a Roberto le empezaron a salir ojeras
No le dio importancia, pero le empezaron a crecer más
Y más
Y un poco más
Ya le subían por el lateral
Se alertó porque escalaban
Ya parecían maquillaje
La cosa no paraba
Hasta que se unieron totalmente
Si Roberto cerraba los ojos,
parecía que llevara gafas de sol
Hasta que decidió reírse del mundo
y de sí mismo,
y se TATUÓ LAS VARILLAS